Queridos hijos de mi Doloroso e Inmaculado Corazón:
Los invito a meditar en el testimonio de los tres santos sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Y, ofrecer al Corazón Eucarístico de mi amado Hijo Jesús el oro, el incienso y la mirra.
El oro representa la vida del hombre y sus obras, su tiempo su voluntad.
El incienso la vocación a la santidad del hombre, la vida sacramental, el testimonio y la oración,
Y la mirra el sufrimiento, el dolor, la cruz.
Ofrezcan, por medio de mi Corazón Maternal, al Corazón Eucarístico de mi Niño Jesús, el oro de la vida, el incienso de la oración y la mirra que es la cruz de la vida.
Adoren al Santo Corazón Eucarístico de mi hijo Jesús siguiendo el ejemplo de estos tres sabios.
Con mi Doloroso e Inmaculado Corazón los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.