Para ser apóstoles de mi Doloroso e Inmaculado Corazón deben abrir sus almas al Amor de Dios, y es a eso, queridos hijos, que he venido y que vengo cada Primer Sábado a su encuentro, para conducirlos al Corazón Eucarístico de mi Hijo Jesús.
Queridos hijos, Yo los invito a ser apóstoles, que vivan mis Llamados de Amor y de Conversión, que oren las Devociones dadas por nuestros Sagrados Corazones a mi Apostolado, y que comprendan que, poniendo en práctica mis Llamados son conducidos a vivir el Evangelio, pero guiados por mi Corazón Maternal.
Cada Primer Sábado, Dios desea encontrar el mundo entero con el corazón abierto para recibir a su Santa Madre.
Mediten el Capítulo 3 del santo profeta Jeremías.
Les doy mi Bendición Maternal, con mi Doloroso e Inmaculado Corazón, como la Mujer Vestida del Sol, como la Señal del Apocalipsis.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.