Queridos hijos de mi Castísimo Corazón:
Su Protector, San José, les anima a que abran sus corazones, vivan nuestros mensajes y trabajen por la paz.
Pequeños, para que en sus corazones, en sus vidas, y en sus familias, haya paz: Oren. No se cansen de orar, de ayunar, de leer la Palabra de Jesús.
Queridos hijos:
Que en sus corazones reine: la humildad, el amor, la esperanza, y la fe. Y no tengan miedo por las órdenes de los Herodes de este tiempo, sino que sean fuertes en el Espíritu Santo.
Pequeños:
Les animo a ser mansos con sus hermanos, fervorosos para con Dios, y astutos contra los enemigos.
Hijitos:
Busquen el refugio de mi Casto Corazón, en Él serán protegidos de la persecución, del odio, de la impureza, del libertinaje del mundo.
Hijos:
Como protector del pueblo de Jesús les llamo para que unan sus corazones a mi Casto y Amante Corazón.
Les amo y les bendigo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.