Adoren conmigo al Sagrado Corazón Sacramentado de mi Hijo Jesús. Y adorando su Corazón Eucarístico permitan que su amor misericordioso los transforme en reflejos de su Amor Eucarístico.
Queridos hijos, Yo, la pura y limpia Concepción estoy realizando los planes de salvación que Jesús me ha encargado, a Mí, su Madre. Y en estas intenciones de salvación ha nacido la Obra Magna, el Apostolado, para unir a la Iglesia y reparar con esta unión las heridas del cuerpo místico de mi Hijo Jesús.
Vengo a reunir un Ejército de alma fieles, pequeñas, humildes, obedientes. Que con la pequeñez de su corazón me sepan escuchar y vivir mis Llamados. Por eso, el Apostolado es la Legión de la Inmaculada. El Apostolado es el Ejército de la Inmaculada. El Apostolado es la Armada Espiritual de la Inmaculada.
Y con esta conciencia, de que son el Ejército de su Madre, deben vivir, trabajar y orar, sin perder esta identidad, de que son hijos de la Inmaculada.
Vivan así, de este modo, mi Llamado de Amor y de Conversión.
Con la Alianza de Nuestros Sagrados Corazones, los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.