Mis Santas Llagas abrirán las puertas de mi Reino
Querido hijo:
Ya estoy llegando y mis Santas Llagas abrirán las puertas de mi Reino, mi Santa Madre aun estará con ustedes un tiempo y luego su misión será suspendida en el tiempo de la Justicia. Y ustedes, mis pequeños, deben decidir si desean ser apóstoles de mis mensajes, siguiéndome y sacrificándose por el mundo.
Mira, oh, ¡humanidad! que estoy solo y crucificado. Hoy te llamo alma, Manuel de mi desolado Corazón, que amo hasta el extremo, ayúdame a salvar almas.
El tiempo de nuestra purificación se acerca (Santiago 4, 8) y verán sus pecados como Yo los veo.
Solo les pido: oren desde el corazón.
Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.