Queridos hijos, quiero que oren con el corazón para consolar el Corazón de Mi Hijo, herido y rechazado por los pecados de la humanidad.
Hijos, conozco vuestros sufrimientos, dolores, las cruces que, día a día, deben cargar; si unen su dolor al Dolor de Mi Hijo tendrá un valor corredentor, al unirse en la cruz con Mi Hijo, y el dolor que ofrecen traerá muchas gracias, sobre todo de conversión para sus propias familias.
Hijos, también, el sufrimiento tiene muchas gracias y el sufrimiento que se ofrece rescata almas. Mi Ejército Mariano debe preocuparse por rescatar almas.
Hijos, ocúpense de las cosas de Mi Hijo y de propagar la devoción a Mi Corazón Doloroso e Inmaculado. La Sagrada Familia de Nazaret se encarga ahora de vuestros trabajos.
Hijos, si el mundo obedece a Mis Mensajes muchas almas serán salvadas. Hijos, oren, oren mucho por toda la humanidad; sus dolores ofrézcanlos para que el mundo se salve. Estoy con vosotros y, como dije en Fátima, no teman.
Les doy Mi bendición; bendigo lo que han puesto a los pies del Altar. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.