Querido hijo: En este tiempo la Divina Providencia ha preparado un caudal de gracias que se ha derramado en la humanidad, este caudal de gracias son nuestros Tres Sagrados Corazones. Y se ha dado un camino concreto a los hombres, un camino dentro de la Iglesia: el Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos, el cual es un compendio de la Verdadera Devoción a los Corazones de Jesús y de María y, unido a sus Dos Corazones, mi Corazón de Patriarca.
Hijito, a ti, el Espíritu Santo te ha concedido el Sensus Ecclesiae: el sentir, el amar y el vivir para la Iglesia. Este es un Don, es el don de amar el Misterio de la Iglesia.
El sello del FIAT también da como fruto el amor a la Iglesia.
El Ángel Custodio de tu alma, que siempre es visible para ti, te acompaña en este camino de amor a la Iglesia y de victimación por amor a la Iglesia, al Santo Padre, obispos y sacerdotes.
Lee con el corazón el Capitulo 32 del Libro del Génesis.
Con mi Casto y Amante Corazón, Protector de la Iglesia en estos tiempos, te bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.