11 abril 2018 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CASTO Y AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ

11 abril 2018 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CASTO Y AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ

Apóstoles de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, el Espíritu Santo arde con fuego vivo en deseos de mover sus corazones hacia el Amor del Padre, pero sus corazones se han resistido al Espíritu Santo y por esa causa, de la rebelión de sus corazones, el Espíritu Santo no puede actuar libremente, para que ustedes se abran al Amor de Dios.

Apóstoles del Corazón de Jesús, Yo, San José, por un momento me resistí al Espíritu Santo al dudar sobre la Encarnación de Dios Hijo en María, no dude de Dios, sino que conocía que la Madre había hecho su entrega virginal perpetua a Dios y mi humanidad pensó que había sido infiel. Satanás quiso con la duda alejarme a Mí del Plan que Dios tenía trazado, pero el Espíritu Santo vino pronto en ayudarme, en darme luz y en revelarme que la Madre esperaba al Fruto del Padre, que venía a redimir al mundo entero. Mi Corazón desde ese instante se abandonó en el Espíritu Santo y por mi total confianza a las promesas de Dios pude ver su Gloria.

Queridos hijos:

Nunca duden del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo es Espíritu de la Verdad y quien duda de Él está dudando de la Verdad.

Hijos míos, en este Santuario espiritual para los Apóstoles de los Últimos Tiempos estamos dando muchas gracias y dones de Dios, pero hay alguna apertura al enemigo en sus corazones, que hacen que las gracias se pierdan.

Esas grietas pueden ser el mucho hablar, la murmuración o la crítica, la duda y la desconfianza, o la pereza espiritual; esas grietas pueden ser algún pecado.

Alma, el Señor quiere que te examines: ¿qué grietas hay en tu vida? por medio de las cuales, Satanás, se está robando las gracias que el Cielo está dando en este Santo Lugar.

Y cuando descubras esa grieta, ciérrala con una buena confesión. Séllala con la oración y el ayuno. Y para fortalecerte practica mucho el silencio y la prudencia.

Hijitos míos:

Yo, el Padre San José, conocí el Plan de Dios cuando me abandoné confiado a su Espíritu. De la misma manera, los invito a ustedes a que comprendan lo que Dios está haciendo, con esta Obra de los Sagrados Corazones, confiando en el Espíritu Santo.

Como San José, siervo del Espíritu Santo, los bendigo.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.