5 de mayo de 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

5 de mayo de 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Den testimonio del amor del Padre.

Les invito a la oración, a la oración perseverante, constante, continua… para que el Espíritu Santo pueda actuar en sus corazones, y sus vidas sean transformadas por el amor del Padre, den testimonio del amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo a todos sus hermanos.

Hoy hago un llamado de reconciliación para el mundo, porque es necesario que el corazón del hombre se convierta si este desea obtener la paz, paz verdadera que sólo el Espíritu Santo puede darle. 

Queridos hijos, en este caminar encontrarán muchas dificultades, muchos problemas, muchas decepciones, más espinas que rosas, pero esto es necesario, para que así ustedes se purifiquen[1] y se transfiguren en Cristo Jesús[2]

Hijos, no teman y no huyan de los problemas de la vida, sino que afróntelos con la oración, con el ayuno y con rezo del Santo Rosario. Laven sus pecados en la confesión y reciban en gracia santificante a Jesús Eucaristía. 

En este tiempo, queridos hijos, es muy necesaria mi presencia de Madre, porque Yo los cubro, les protejo, les animo. 

Recen, recen, recen mucho. Queridos hijos, oren mucho por la Iglesia aquí en la tierra, porque van a sufrir mucho por la fidelidad a mi Hijo[3]

Oren por Colombia, oren por Inglaterra, oren por Costa Rica, oren por México.

Queridos hijos, oren, que sus vidas sean oración. Oren, queridos hijos, para que mis mensajes dados en Cuapa se propaguen, se obedezcan, se escuchen… y Yo les prometo, queridos hijos, que Nuestros Dos Corazones triunfarán con la ayuda de sus oraciones y sacrificios. 

Este pequeño Apostolado, en el tiempo que Dios designe, será el remedio para la Iglesia que reunirá a todo el Remanente Fiel después de la purificación de toda la humanidad. 

Ustedes, queridos hijos, siéntanse dichosos porque a todos los abrigo bajo mi Manto. Yo siempre los recuerdo porque una Madre no se olvida de sus hijos que sufren. Mi Corazón Doloroso e Inmaculado de Madre triunfará.

Oren ustedes, miembros de este pequeño Apostolado, oren también por este mi pequeño instrumento, nunca se cansen de orar.

Yo les amo y les bendigo, queridos hijos.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida. 


[1] 2 Co 7, 1

[2] 1 Co 11,1

[3] Mt 5,11

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