Amados hijos, conmemorar mi Sagrado Corazón es vivir plenamente la Fiesta del Cordero de Dios.
La Sagrada Escritura en Apocalipsis profetiza la manifestación del Cordero que fue sacrificado y se muestra viviente con las señales del sacrificio, pero reinando en el Trono de Dios.
Amados hijos, este Cordero ha revelado su nombre al mundo: Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús. Y por eso celebrar mi Sagrado Corazón Eucarístico es proclamar, ya, el triunfo de Dios y del Cordero. La revelación de mi Sagrado Corazón Eucarístico debe de llenar a la humanidad de esperanza.
Mi Sagrado Corazón Eucarístico en este tiempo se revela para la salvación de todos.
Los amo y los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.