Mis queridos hijos, deseo invitarlos a que abran su corazón a la verdad, al amor y a la paz.
Cuando abren sus corazones, el Espíritu Santo actúa en ustedes porque han permitido que Dios haga su obra, pero cuando un corazón es duro y está cerrado a las inspiraciones de Dios y al encerrarse en sí mismo se aleja de Dios.
Hijos míos, Apóstoles de los Últimos Tiempos, le invito a orar y que pidan el Don del Discernimiento, para que puedan reconocer la verdad y también la mentira, para que puedan reconocer la voz de Dios, y también la voz del adversario, y así con el DON DEL DISCERNIMIENTO se mantengan despiertos y atentos, para que no caigan en las garras del padre de la mentira.
Hijos míos, este tiempo es muy confuso y la mayoría de las almas están desorientadas. Con mi Voz de Madre, quiero llamar a todos a la verdad, pero muy pocos quieren escucharme.
Oren, oren, oren mucho por las ovejas que andan sin guía, sin luz y sin el amor de Dios. Oren mucho por las almas que caminan perdidas sin orientación; oren mucho para que todos conozcan la verdad y la verdad, el camino y la vida son mi Hijo Jesucristo.
Les doy mi bendición materna.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
