Queridos hijos, mi Corazón Maternal les llama a todos a la conversión. La conversión es el primer paso para el camino de amor, de perdón y de comunión con mi Hijo.
Queridos hijos, la conversión es un don que deben pedirlo diariamente. Diariamente deben de rogar a mi Hijo Jesús que les conceda la gracia de una conversión sincera y profunda para que día a día caminen en santidad y glorifiquen al Padre.
Queridos hijos, pidan al Espíritu Santo el don de la conversión.
Les entrego mi Bendición Maternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.