Paz y alegría en Jesús y en María.
Mis amados hijos. Yo, su Padre Tierno y Misericordioso. Envío este Llamado final para este retiro que, como Apostolado, han vivido los sacerdotes, los religiosos y religiosas y mis hijos coordinadores.
Todos mis planes. Todas mis intenciones. Todos los proyectos de los Dos Sagrados Corazones Unidos se han cumplido a cabalidad gracias a su amor, gracias a su obediencia, gracias a su Fiat, gracias a su fe.
Mi pequeña nada –por medio de quien yo convoqué y bendije este encuentro– físicamente no pudo estar con ustedes, pero, espiritualmente sí. Ha sido mi deseo. Ha sido mi designio. Ha sido mi voluntad que la pequeña nada no participara físicamente. Y, a través de las pruebas, de los sufrimientos personales y familiares, lo he mantenido en el ocultamiento.
¿Por qué? Porque era necesario que él fuera exprimido como la uva en el lagar, para que salieran los frutos para este encuentro, para este retiro. Es decir, las humillaciones, las enfermedades, sus dolores, las persecuciones y ataques que ha sufrido. La salud de su padre y el sufrimiento normal de su familia. Todo ello lo ha exprimido como fruto, que se ofreciera como víctima por todos ustedes.
Mi querida nada está con ustedes, desde el ocultamiento, ofreciendo su dolor por los frutos de esta misión. Y a la vez, él, en su oración, me ha pedido perdón; a Mí, ha pedido perdón por todo el Apostolado Mundial y perdón, especialmente, a los organizadores y participantes de esta misión. A pesar de que yo permití crucificarlo estos días, él, humildemente, pide perdón por no estar físicamente aquí y por todas sus debilidades en el servicio de la Obra Magna.
Ahora quiero anunciar algo grande, hermoso, y continuidad de esta Obra que hoy se realizó y finalizan con el envío y la consagración.
El 9 de febrero quiero y enviaré a mi pequeña nada a reunirse con todos los sacerdotes y religiosos y religiosas del Apostolado de México.
El 10 de febrero enviaré a mi pequeña nada y a la Coordinación Mundial – el director espiritual mundial y la vicecoordinadora mundial– a reunirse con todos los coordinadores, vice coordinadores, secretarios, tesoreros y todos los que llevan un oficio de servicio dentro del Apostolado, como los Cenáculos, Ramas, Fraternidades del Apostolado de México.
El día 11 de febrero realizarán la Cruzada Mundial de los enfermos. En oración por todos los apóstoles enfermos del Apostolado. En formación, en catequesis para exaltar en la enfermedad y el dolor la Cruz Gloriosa y entender desde la espiritualidad del Apostolado el mensaje de Fátima y el mensaje de Lourdes y el mensaje de Guadalupe. Como un resumen de que en el Corazón Doloroso e Inmaculado de mi Madre se reúnen todas las mariofanías.
Y, por último, el día 12 de febrero, todos: sacerdotes, religiosos, religiosas, coordinadores, vicecoordinadores, secretarios, tesoreros, apóstoles, todos los Cenáculos de Oración, todos. Todos los miembros del Apostolado –al nivel México– peregrinarán al santuario de Guadalupe y consagrarán al Mundo a Dios Espíritu Santo y a los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Esta jornada nueva a la que convoco los días 9, 10, 11 y 12 de febrero es para el Apostolado de México. Y además será una visita pastoral de la Coordinación Mundial al Apostolado mexicano.
Este era el gran anuncio que la Madre profetizó a la pequeña nada el día de ayer.
Los bendigo. Su Padre, Tierno y Misericordioso.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.