Nuestros Corazones Gloriosos: el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, el Doloroso e Inmaculado Corazón de María y mi Casto y Amante Corazón, preparan a los apóstoles de estos Últimos Tiempos para el Reinado Eucarístico, que vendrá a la humanidad por medio del Triunfo del Corazón Maternal de María. Triunfo que está unido a la gran venida del Espíritu Santo: el Nuevo Pentecostés.
Con el Apostolado, la Obra Magna del Corazón de Jesús, Dios Padre ha querido reunir, llamar, guiar y formar a sus hijos. Formando, en el mundo entero, Cenáculos de Oración que interceden, reparan e imploran misericordia y gracia para toda la humanidad; y aceleran la Era Gloriosa de nuestros Tres Corazones Unidos.
Con este Apostolado preparamos a nuestros apóstoles para el gran Reinado del Corazón de Jesús.
Es importante, queridos hijos, que comprendan que las advocaciones más amadas por el Padre y que son el epílogo final, se están revelando por medio de esta obra para establecer en el mundo el Reino de la Divina Voluntad.
Queridos hijos, abran sus corazones y escuchen nuestros Últimos Llamados de Amor. La Sagrada Familia, manifestándose anteriormente, venía preparando esta espiritualidad de los Tres Corazones, que es el Apostolado.
Por eso, nuestros Últimos Llamados los invitan a regresar a Dios, al Evangelio y a la Iglesia. Es un Último Llamado de misericordia del Padre a los hombres.
Nuestros Sagrados Corazones Unidos los bendicen.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.