21 de julio del 2016 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO

21 de julio del 2016 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO

El Reino de la Palabra de Dios.

Escribe, pequeño carmelita, las Palabras de tu Padre y aprende de mi doctrina, porque estas enseñanzas son vida y bendición para los hombres que las pongan en práctica, porque mi Palabra es Luz para vuestro caminar en el sendero de estos Últimos Tiempos, de caos y confusión.

Satanás está engañando a muchos hombres, porque se dejan seducir por la tibieza y la comodidad que predica. Es decir: un relajamiento espiritual y un relativismo generalizado, para muchas almas, parece ser mejor que vivir mi Palabra y mi Divina Voluntad.

Como sabes, pequeño, y te lo he dicho desde el principio, mis Llamados de Amor y Conversión a la humanidad tienen como fundamento mi Palabra, y, lo que deseo con ellos, es recordaros la importancia de vivir mi Palabra. Muchos han olvidado mi Palabra por las distracciones del mundo. 

Pequeño, mi Palabra es rocío que refresca la tierra reseca y agostada sin agua. El mundo, sin mi Palabra sería estéril, muerto, y no sustentaría al hombre mismo. Pero, ahora, la apostasía y la falsedad lo dominan todo, desviando a muchos, pero Yo como Padre de Misericordia no me olvido de mi pequeño resto. 

Es por eso que, hoy, os doy una gran esperanza: al venir el Vino Eucarístico de mi Hijo –la Palabra Encarnada– por medio del Triunfo del Inmaculado Corazón de la Mujer Vestida del Sol, también, vendrá el Reino de la Palabra, ya que vivirán mi Palabra y al vivirla vivirán mi Divina Voluntad.

Todo esto, pequeño, es parte del derramamiento de mi Espíritu, vuestro Paráclito. Te entrego una pequeña oración para que pidas el Reinado de mi Palabra: 

Amado Padre que el Reino de la Palabra de Dios venga pronto a nuestros corazones. María, Reina del Reino de la Palabra de Dios, ruega por nosotros. Amén.

Pequeño, redobla tus oraciones y esfuerzos porque el tiempo es urgente y como el más pequeño de mis profetas te he confiado mucho. Te amo, pequeño. El Reino de la Palabra de Dios iniciará, también, con el cumplimiento de las profecías. Mientras el mundo se encarga de una guerra y de una destrucción, el Cielo pronto vendrá a implantar el Reino de la Palabra de Dios, pero en mi remanente, a quien amo y cuido por ser pequeño, humilde y sencillo.

El Reino de la Palabra de Dios es vuestra esperanza. Te bendigo. Ten mi paz. 

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida. 

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