De mi vida:
Jesús mío, Eucarístico, al nacer del seno de mi madre me colmaste de vida, de amor y de bendición. La enfermedad que tenía y no habían podido diagnosticar, la cual inflamaba todo mi cuerpo y me impedía caminar y moverme como un niño normal, fue sanada por Ti, mi Divino Corazón.
El 12 de julio de 1995, cuando cumplía mi primer año de vida, fui bautizado en la Iglesia Catedral San Pedro, en Matagalpa. Cuenta mi madre, que ese día de mi bautismo recobré la salud total y también fue el día en que, por fin, caminaba sin dolor, como cualquier niño de esa edad.
El Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús:
Pequeño, naciste como un heraldo que se adelanta llevando el Llamado de mi Mamá Reina: oración, sacrificio y penitencia.
Manuel de mi Sagrado Corazón eres el precursor de los Dos Testigos, de nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos, te pido mi pequeño precursor, discípulo Trinitario y Eucarístico y Mariano: No dejes nunca de proclamar este Último Llamado.
Te bendigo, unidos en mi amor de Cruz.
Manuel de Jesús:
Unidos en la Cruz. mi Divino Esposo Eucarístico, te amo mi Señor crucificado. Fiat.