Mi Casto y Amante Corazón iluminado por el Espíritu Santo pudo conocer, pero, además, comprender el gran misterio de la Encarnación del Hijo de Dios en Nuestra Señora.
El Fiat que pronunció Nuestra Señora se extendió hasta mi Corazón e inspirado por el Espíritu seguí el ejemplo de Nuestra Señora y pronuncié mi Fiat: el Fiat de San José.
Y éste Fiat es necesario que ustedes también lo reciban y lo pronuncien.
Recuerden que mi Corazón es el primer apóstol de los Sagrados Corazones Unidos y vengo a conducirlos a todos a estos Corazones gloriosos. Pero, también, con los Llamados de Amor deberán aprender como servir a sus Sagrados Corazones.
Hijos míos, por eso el Padre me envía, para que Yo, que fui el primer apóstol de sus Corazones Unidos, también los guíe a ustedes.
Abran sus Corazones a estos Últimos Llamados a la Conversión, y con sus corazones iluminados por la Palabra de Dios y estos Últimos Llamados, podrán convertirse en apóstoles de sus Sagrados Corazones, en estos tiempos.
Mi Casto y Amante Corazón es la devoción a San José de todos los tiempos.
Y con mi Corazón amantísimo los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.