Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo.
Querido Hijo:
El Corazón Doloroso e Inmaculado de Nuestra Señora ha sido la Mediadora que te ha entregado al Corazón del Hijo, como una víctima de amor por las intenciones de sus Sagrados Corazones que permanecen unidos por el Santo Espíritu; y, una de esas intenciones especiales de Jesús y de María, en estos tiempos, es la santificación de los sacerdotes. Te ofreces entonces como una pequeña nada que se abraza a la Cruz por todos los sacerdotes y el Santo Padre, para que sean los consagrados los primeros apóstoles de los Dos Corazones.
Con el Apostolado, el Sagrado Corazón Eucarístico del Cordero quiere reunir un ejército de sacerdotes que extiendan por el mundo el Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón. Dichosos sean quienes acojan estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión.
Yo, el Santo Cura de Ars, ruego para que todos respondan con amor al Ultimo Llamado: los Sagrados Corazones que vienen a vuestro encuentro.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.