Mis amados hijos:
De modo especial transmito mi Llamado de Amor y de Conversión.
Hijos amados, el Apostolado es una legión de almas víctimas, porque todos mis hijos, de uno u otro modo, sufren. Pero, si unen sus sufrimientos a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, sus sufrimientos tendrán un valor corredentor.
Y, el Ejército de Apóstoles de los Últimos Tiempos, al ser una legión de almas que se ofrecen, también son apóstoles de la esperanza.
Mi apostolado, mi Obra Magna, es una obra de esperanza pues la paz vendrá por medio de los Sagrados Corazones y todos los apóstoles de los Dos Corazones deben ser apóstoles de la esperanza.
Esperanza en el Triunfo de la Señora Vestida del Sol. Esperanza en el gran Pentecostés que vendrá a toda la tierra. Y Esperanza en el gran Reinado del Cordero.
Sean, hijos míos, apóstoles de la esperanza.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.