Querido hijo, pequeño Jesús-María:
Te hemos preparado, este tiempo, realizando en tu alma gracias de misericordia, como las apariciones, la encarnación mística de los Dos Sagrados Corazones en tu corazón, el sello del Fiat, la pasión invisible, las exudaciones de las Lágrimas de la Inmaculada, pero todas estas gracias, hoy tendrán, pequeño hijo, su coronación; porque nosotros, la Santísima Trinidad, hoy celebramos contigo el desposorio místico con tu alma.
Hoy, a tu alma se le da un esposo, el Esposo Trinitario. El Padre, el Hijo y el Espíritu se desposan con tu alma en un matrimonio místico, en una alianza trinitaria.
La Inmaculada Virgen, tu Madre y Corredentora, es la Mediadora esponsal de estas Bodas de la Santísima Trinidad con tu alma. Está alianza esponsal de la Trinidad con tu alma, es la Corona de todas las gracias y de todos los dones. Ya no vivirás tú, sino Jesús en ti, por el poder del Espíritu Santo, para el Padre.
Tu Esposo Trinitario te bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.
Describe el instrumento:
Veo a la Santísima Trinidad, al Padre Tierno y Misericordioso, al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Espíritu Santo sentados en tronos de luz formados por nubes.
El Hijo Eucarístico estaba sentado a la derecha del Padre, el Divino Espíritu a su izquierda y el Padre en medio.
El Corazón Doloroso e Inmaculado de María se acercó y puso su mano Inmaculada sobre mi hombro izquierdo.
El Padre Tierno y Misericordioso, al finalizar el Llamado, puso sobre mi cabeza una corona de flores blancas que brillaban.