Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo.
Bienamados de Jesús y de María:
La misión Guadalupana, que es extender el Evangelio del Corazón de Jesús, pero desde el Corazón de María, continúa en la misión del Apostolado.
Y, el anhelo del Corazón de la Madre de Guadalupe encuentra la continuidad de su misión como el Corazón Doloroso e Inmaculado de María, de tal modo que, la manifestación de Nuestra Señora de Guadalupe encuentra su plenitud en su manifestación como el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, la Mujer Vestida de Sol.
Guadalupe y el Apostolado son una misma Obra de amor. La Alianza de Jesús y de María encontrándose con la humanidad.
Los invito a que abran su corazón a esta Alianza de una manera más íntima, más familiar, más infantil, más confiada.
Y, no solo oren las Devociones del Apostolado, sino que, hablen, conversen y relaciónense más íntimamente con los Sagrados Corazones de Jesús y de María a través de las Devociones del Apostolado.
Y, es en esta familiaridad que, vivirán auténticamente el espíritu de esta Obra, el espíritu de la Alianza de los Dos Corazones.
Yo, San Juan Diego oro por ustedes, para que sean más familia, más cercanos, más niños con Jesús y Nuestra Señora.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.