Querido hijo, pequeña nada de nuestros Sagrados Corazones:
El Espíritu Santo es quien ha hecho que tu compartas la crucifixión conmigo. Este mismo Divino Espíritu ha encarnado nuestros Dos Corazones en el tuyo y ha dejado una señal invisible, pero real, como es el anillo de la Alianza; y como fruto físico de todas estas gracias, la sudoración de escarcha en las palmas de tus manos. Esta sudoración son nuestras lagrimas que se derraman por todos los pecadores.
Querido hijito deseo que transmitas a mi Apostolado: el deseo que, cada 13 de octubre sea un ENCUENTRO MUNDIAL DE ORACIÓN Y REPARACIÓN EUCARÍSTICA Y MARIANA.
Que el 13 de octubre de cada año, para mi Apostolado, el Ejército Eucarístico y Mariano, sea el día de la Gran Cruzada de Reparación y que, pudiéndose reunir físicamente oren y reparen en este día, porque el 13 de octubre es el día profético de la Corredención de mi Madre María y del Reinado Eucarístico de mi Sagrado Corazón.
Por lo tanto, este día tan especial, deseo que siempre se reúnan a orar, a ofrecerlo, y realizar esta Gran Cruzada de Amor por Jesús y María.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.