Oración, sacrificio y ayuno.
Queridos hijos, Soy vuestra Madre, el Padre me envía nuevamente a encontrarme con mis pequeños siervos.
Vengo a abrir sus corazones a la Gracia de mi Hijo Jesús. Sientan el Fuego de la Llama de mi Amor para todos mis hijos.
Hijos queridos de mi Alma y de mi Corazón les invito a la oración. Oren constantemente, mis pequeños. Oren por esta Nicaragua tan sufrida, tan agitada pero muy desobediente a los Llamados de su amada Madre.
Queridos hijos, oren para que los planes de purificación del Eterno Padre no caigan sobre esta nación. Oración, sacrificio y el ayuno mitigarán el dolor.
Mis pequeños, les invito a sellar vuestras casas, puertas, ventanas[1]. Aspergen agua bendita sobre su familia, sobre sus hogares. Busquen el Amor de mi Doloroso e Inmaculado Corazón.
Yo, vuestra Madre, que tanto les ama, les traigo el urgente llamado a la Paz. Prepárense, mis niños, porque muchos males vendrán, nuevos cismas en la tierra e inundaciones porque la madre tierra clama ser purificada.
Oren, mis pequeños, retornad al camino angosto, al camino de la Cruz[2].
Queridos hijos, les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Exodo 12, 13: la sangre del Cordero señalarán las casas donde están ustedes.
[2] Sn. Marcos 8, 34-35: si alguno quiere seguirme, cargue la cruz.