Apóstoles de Nuestros Sagrados Corazones, mi Corazón está abierto para derramar gracias sobre todos ustedes.
Y los exhorto, hijos amados, a escuchar estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión.
Hijos míos, Yo he consagrado este santo lugar, y he pedido a mi Padre esta Diócesis, para que nuestros Dos Sagrados Corazones establecieran su Trono de Amor, que es mi Cruz Gloriosa. Y conceder a todos los hijos que vengan a encontrarse con nuestros Dos Corazones, la gracia del arrepentimiento.
Queridos hijos, nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos desde este Jardín, donde está el árbol de la Vida Eterna, que es la Cruz Gloriosa, el Jardín de los Dos Corazones en estos Últimos Tiempos; el Cordero y la Mujer Vestida del Sol están exhortando a la humanidad a la conversión.
Deseo que oren por las intenciones de nuestros Sagrados Corazones, especialmente, para que el Santo Padre consagre todo el mundo al Espíritu Santo y a los Sagrados Corazones Unidos, y la proclamación del Quinto Dogma Mariano: la Corredención de Nuestra Señora.
Yo, el Cordero de Dios, los bendigo con mi Sagrado Corazón Eucarístico y con la intercesión Maternal del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Señora del Apocalipsis.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.