Yo estoy aquí.
Amado Pueblo Mío:
Yo estoy aquí tan cierto como el aire que respiran, tan cierto como cada mañana se pone el sol. Yo estoy aquí, Manuel de mi Sagrado Corazón. Te digo que infundiré mi Espíritu sobre toda carne[1] y reconocerán que mi Padre es el Dios de Israel y Yo Soy su Hijo, el Mesías, el Redentor del mundo[2].
Iglesia mía, despierta y reconoce a tu Señor. Yo quiero abrazarlos a todos dentro de mi Corazón. Por hoy, mi pequeño, te pido ayuno y oración para que mi Rebaño escuche mi Voz[3].
Te amo y te bendigo, siervo de mi Sagrado Corazón.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Cántico de Ezequiel 36, 24-28:
[2] Jeremías 31, 34: El Señor nos perdonó por medio del sacrificio de su hijo Jesucristo,
[3] Sn. Juan 10, 16.