Pequeño Jesús María:
Las revelaciones de Dios siempre traen consigo una misión. Y la misión primordial de toda obra del Señor es la salvación de las almas.
Por eso, la obra perfecta de Dios, que fue la Redención que realizó el Verbo en la Cruz, tenía como misión la salvación del género humano.
Esta misión del Apostolado, mi pequeño hijo, no es la excepción. El Apostolado es una obra nacida del Espíritu Santo cuando unió mi Sagrado Corazón al Corazón Maternal de la Virgen de Nazaret. Esta unión, realizada por el Espíritu Santo, se ha hecho un camino concreto de santidad en una obra concreta: el Apostolado.
Por eso, pequeño Jesús María, el Apostolado ha nacido de nuestros Sagrados Corazones unidos por el Santo Espíritu para la salvación de todas las almas. El Apostolado es una obra Eucarística y Mariana para la salvación de almas.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico te bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.