Amados hijos, contemplen con el amor y la fe cómo al pequeño pastor de Israel, David, mi Omnisciencia le proveyó las cinco piedras para vencer al enemigo de mi pueblo escogido.
Mediten como esas cinco piedras lisas, perfectas, uniformes, fueron para David e Israel armas de salvación.
Las cinco piedras de David, mi Divina Providencia, perfectamente, las proveyó según mi Divino Querer.
Y con estas cinco piedras, sin defectos en su forma, fue vencido el enemigo.
Estas cinco piedras son una profecía perfecta, así como todo mi Plan de Salvación es perfecto.
Esas cinco piedras lisas, sin imperfectos, prefiguraban las Cinco Piedras de Salvación para los Últimos Tiempos, para que el pueblo redimido con la Preciosa Sangre de mi amado Hijo Jesús tomara estas Cinco Piedras y con ellas triunfar en el camino hacia la santidad.
Las cinco piedras con las cuales David venció a Goliat son una profecía que ya se ha cumplido, ahora.
Las Cinco Verdaderas Piedras que vencerán a todos los enemigos de la salvación, que fueron prefiguradas en el antiguo pacto a David; en el nuevo Pacto, esas Cinco Piedras es: el Padre Tierno y Misericordioso, el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo, Dios Espíritu Santo, el Corazón Doloroso e Inmaculado de María y el Casto y Amante Corazón de San José.Ellos son las verdaderas Cinco Piedras con las cuales vencerán todos mis hijos.
Ahora tomen estas Cinco Piedras, a las que ya se les han revelado a ustedes sus verdaderos nombres, y con estas verdaderas Cinco Piedras de David y de Salvación destruyan a todos los enemigos de la santidad y de la conversión, rescaten a los pobres pecadores y bendigan sus familias.
Tomen estas Cinco Verdaderas Piedras y con ellas hagan reinar el Amor en ustedes, en sus familias, en todas sus comunidades y venzan a todos los enemigos orando la Dulce Cadena del Amor Divino.
El mundo, la Iglesia, y todos mis hijos extendidos por toda la tierra… se les ha revelado, se les ha otorgado, se les ha entregado las Cinco Piedras Perfectas para vencer al enemigo.
Y estas Cinco Piedras Preciosas somos la Santísima Trinidad, María Inmaculada y San José.
Estas son las Verdaderas Cinco Piedras que permanecían ocultas, hasta hoy, en las cinco piedras con las que venció David.
Las Cinco Piedras de Salvación del Apostolado es la Dulce Cadena del Divino Amor.
Agradezcan, inmensamente, que su Padre les está revelando los tesoros de su Corazón.
Que las Cinco Piedras del Apostolado a través de la Dulce Cadena del Amor Divino sean oradas, diariamente, con fe y verdadero compromiso.
Reciban las Cinco Piedras del Apostolado y con ellas venzan a todos los enemigos, ahuyenten a todos los espíritus malignos y reinen todos los frutos del Amor Divino en todos los corazones.
Le doy mi Bendición Paternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.