Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Pequeña nada de los Sagrados Corazones:
Dios Padre Tierno y Misericordioso desea que dentro de esta obra del Apostolado se forme un ejército de niños. Niños que aprendan a orar el Cenáculo de Oración y las Devociones del Apostolado. Niños que se reúnan a escuchar a Nuestra Señora.
Niños que vivan los Llamados de Amor y de Conversión.
Este Ejército de niños, Dios Padre y Nuestra Señora desean llamarlo:
El Ejército Blanco de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Que con el arma del Rosario de la Corredención ofrezcan sus plegarias: Por el Santo Padre y la Iglesia. Por la conversión de los pecadores, porque de esta conversión depende la paz del mundo. Y por el triunfo y reinado de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
El Apostolado es una obra para todos y al servicio de la Iglesia. Que este Ejercito Blanco de los Sagrados Corazones Unidos sea testimonio para el mundo, de amor y devoción al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
San Francisco y yo, santa Jacinta, seremos los Santos Patronos de este Ejercito Blanco.
Pequeña nada, el Padre te ha concedido un gran amor por el Santo Padre, el dulce Jesús en la tierra. Sigue ofreciéndote como victima por amor al Papa, a los sacerdotes y a los pobres pecadores.
Francisco y yo intercedemos por esta Obra Magna de Jesús y de María.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.