Mis Gracias.
Hijos de mi Corazón Doloroso e Inmaculado, Yo, vuestra Madre, les vengo a invitar nuevamente a la oración. Con la oración ganan batallas. Con la oración, mis niños, triunfan sobre sus enemigos.
Orar es aumentar la Llama de Amor, la presencia de mi Padre en cada alma, que os envuelve con su Luz.
Los invito a orar por esta patria. Nicaragua vas por mal camino, y Yo, tu Santa Madre vengo a advertirte que caminas en la oscuridad, no te das cuenta de las trampas que el enemigo te ha tendido, pues anda como león rugiente buscando a quien devorar.
Oren, hijos míos, para poder cambiar, oren para que haya paz en sus corazones, oren para que puedan soportar las pruebas que se les acercan a mis hijos.
Yo soy Santa María, quien guarda vuestra fe.
Ánimo, mis niños, orando obtendrán mis gracias, pues necesito ver en sus almas la disposición espiritual, para que mis gracias ingresen a cada alma.
Oren así:
Querida y Santa Madre, que las gracias que traes para tus hijos se derramen en cada uno de nuestros corazones, y así, cumplamos la misión que el Eterno Padre nos ha encomendado. Te pedimos, Madre, por las almas que aún no han escuchado tus Llamados, para que también ellas sean redimidas. Aceptamos tu amor maternal en nuestras vidas. Te amamos, Madre, y en tu Doloroso e Inmaculado Corazón confiamos y nos refugiamos. Amén.
Orad siempre, pequeño, vuestra Madre te escucha y nunca has estado tan unido a mí como lo estás en estos tiempos de misericordia, te amo mi pequeño.
Yo soy vuestra Madre, que otorga todas las gracias.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.