Queridos hijos:
En los Sagrados Corazones, unidos por el Espíritu Santo, está la esperanza del mundo. A estos Dos Sagrados Corazones he confiado la conversión de toda la humanidad. Toda la tierra debe volver a Mí, su Padre Tierno y Misericordioso, por medio de los Sagrados Corazones de mi Hijo, el Divino Verbo Encarnado; y de mi Hija, la Inmaculada, la Virgen Madre.
Así como Adán y Eva, con el pecado original, apartaron a la humanidad de la comunión con su Padre; Jesús y María atraerán nuevamente a la humanidad a mi amor misericordioso.
El Apostolado es una Alianza de Amor de la creatura con su Creador por medio de Jesús y de María.
Su Padre Tierno y Misericordioso les ama y les bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima sin pecado original concebida.