El Divino Querer de la Trinidad Santísima es que puedan comprender que los Títulos que nuestros Sagrados Corazones han revelado por medio del Apostolado, a la Iglesia y a la humanidad entera, han sido ya profetizados y prefigurados en Apocalipsis.
El Cordero de Dios que se manifiesta en Gloria, pero con las señales de haber sido sacrificado es el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús (Apocalipsis 5, 12).
La Mujer vestida del Sol que aparece como Señal en el Cielo es mi Corazón Doloroso e Inmaculado (Apocalipsis 12, 1).
Estas dos Devociones son las más importantes para estos tiempos.
Los invito queridos hijos:
A acoger en sus corazones estas Devociones e invocarnos con estos Títulos, y propagar el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y a mi Corazón Doloroso e Inmaculado por medio de la vivencia de los Llamados, los Cenáculos de Oración, la Adoración Eucarística.
Mi Corazón Doloroso e Inmaculado los bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén