San Pedro
Queridos hijos, hoy los llamo a caminar junto a Mí como niños sostenidos por su Madre; abandonándose a mi Inmaculado Corazón y confiando en mis palabras de Madre llegarán a Jesús.
Por eso, hijos míos, no se preocupen, ni atribulen sus corazones, confíen solamente en mi guía materna. Escuchándome aprenderán más de mi Hijo Jesús y de su Evangelio Santo y comprenderán su Sagrado Corazón.
Bendigo los hogares que se consagran a mi Inmaculado Corazón, para que en momentos difíciles no se desesperen, sino que sean testimonio de luz, de amor y de paz, para el resto de las almas atribuladas.
Hijos míos, mi Corazón Inmaculado está abierto para todos y para que, en ese calor materno también abracen a Jesús que se ha hecho Niño en mi Vientre.
Hijos míos, les animo a seguir, así como han visto el ejemplo de los santos, una vida de perseverancia y de cruz, pero una vida llena de amor de Dios.
Hijos míos, no os canséis de cargar la cruz y de vivir en el amor de la cruz para que lleguen a la dulzura de la Resurrección.
Yo, vuestra Madre intercedo por cada uno de ustedes, les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.