Apóstoles de mi Sagrado Corazón Eucarístico:
Deseo exhortarlos a que escuchen estos últimos Llamados de Amor y de Conversión. A través de nuestros Llamados de Amor los guiamos en las Moradas de Santidad de Nuestros Sagrados Corazones, unidos por el Espíritu Santo.
Queridos apóstoles, los Dos Testigos del Padre son Nuestros Dos Sagrados Corazones: el Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Señora Vestida del Sol de Apocalipsis y mi Sagrado Corazón Eucarístico, el Cordero de Dios que abrirá los sellos.
Y la predicación de estos Dos Testigos son nuestros últimos Llamados de Amor y de Conversión.
¡Escuchen nuestros Llamados! ¡Vívanlos! ¡Pónganlos en práctica! ya pueden vivir el Reinado de Nuestros Corazones viviendo los Llamados.
Con mi Sagrado Corazón Eucarístico los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.