¡Alabado sea el Señor!
Quien concede en estos tiempos misericordia infinita con sus hijos y, como nunca en otras etapas de la historia, está derramando tantas gracias como en ésta.
Es una gracia para estos Últimos Tiempos el Apostolado de los Sagrados Corazones y la manifestación de mi Casto y Amante Corazón como la Devoción a San José para estos tiempos.
Soy el Gran Patriarca de los apóstoles de los Últimos Tiempos y mi advocación de Casto y Amante Corazón refleja y guía a los hijos hacia la Mujer Vestida del Sol. Con mi Llamado de Amor y de Conversión los invito a una vida de consagración total a Jesús y a María; y tú, mi pequeño, a quien le he dado mi Amor y mi Lirio para transmitir los Llamados de Amor y de Conversión de mi Corazón Castísimo, tus labios y tu corazón son ungidos por el Aceite de Lirios de mi Casto Corazón.
Querido hijo:
El Señor se consuela en tus sufrimientos, eres un descanso para Jesús y eres fiel a nuestros Tres Corazones, por eso nuestros Tres Santos Corazones son desagraviados por tu amor oblativo, estamos siempre contigo y en ti. De manera particular, hoy, te bendigo, pequeño confidente de nuestros Santos Corazones.
Mi Casto y Amante Corazón bendice a todos los apóstoles de los Dos Corazones.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.