Veo con mi alma a Jesús el Buen Pastor, veo que guía con mucho amor una manada, un rebaño de ovejas.
Jesús dice:
Querido hijo, déjame caminar en el prado de tu alma. Deja que guíe mi rebaño a la Fuente de Aguas tranquilas. Cuánto necesito ovejas que me sigan. Las cosas del Espíritu son infinitas como Yo Soy infinito. Ámame y confía en mi Amor por ti, juntos venceremos.
Yo prometo que uniré a mi rebaño bajo el redil de Pedro. Pedro, de Mí, amadísimo. Sufre por él, hijo mío, que tu vida mística conforta a mi Pedro, a mi Iglesia. ¿Tú y yo?
El instrumento:
Tú y yo, por siempre Jesús. Amén.
Jesús:
Sígueme en Paz, ovejita de mi Sagrado Corazón de Buen Pastor.
Comentario del instrumento:
El Señor Jesucristo, nuestro amado Redentor, hace una ilustración amorosa y sencilla del Salmo 23: “El Señor es mi Pastor”. Aquí, en el mensaje, Jesús nos pide aprender a seguirle, a confiar, y amar en su Nombre, pues Él nos guiará al mejor prado, en el cual hace descansar a su rebaño, su Sagrado Corazón.