Hijos míos:
Mi Corazón Doloroso e Inmaculado es el camino que los conducirá a la verdadera santidad, pues este camino de consagración mariana está envuelto en el misterio del Don del Espíritu Santo, y la consagración Mariana consiste en convertirse en verdaderos apóstoles del Corazón Eucarístico de Jesucristo, y este es el Espíritu, el Carisma, la Misión de mi Apostolado.
La Mujer Vestida del Sol de Apocalipsis 12 ya está reuniendo al resto de sus hijos en el Apostolado de los Sagrados Corazones.
Querido hijo mío:
En Medjugorje, manifestándome como la Reina de la Paz, ya he cesado mis apariciones de los días 2 de cada mes, por lo que, en este, mi Aposento, culminaré lo que en Medjugorje comencé y a esta Misión le daré su pleno cumplimiento en este Jardín de nuestros Sagrados Corazones. Por lo qué, los Primeros Sábados de cada mes, continuaré esta misión de orar y entregar mi Llamado de Amor para que la humanidad conozca el Amor de Dios.
Los Primeros Sábados de cada mes recibiré a mis hijos apóstoles y peregrinos para que oremos el Cenáculo de Oración y escuchen mi Llamado de Amor y de Conversión. El Primer Sábado se convertirá, en mi Apostolado, en un día de oración y de acción de gracias, de reparación y de súplica, para que la humanidad entera conozca el Amor del Corazón de Dios.
Culminaré como el Corazón Doloroso e Inmaculado de María lo qué, como la Reina de la Paz, he comenzado.
Les doy mi bendición Maternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.