Yo vuestra Madre vengo acompañada con San Juan María Vianney y también, por intercesión de él, doy mi Llamado de Amor y Conversión. Queridos hijos, con Amor Materno he venido a este Santo Lugar para darles a conocer el Amor de Dios y para que, escuchando a vuestra Madre, se acerquen a Él. Queridos hijos, mis Palabras Maternas las doy a ustedes, porque Jesús así me lo ha pedido y con Preocupación Maternal, les pido, queridos hijos: ¡escuchen a vuestra Madre! Cada Llamado de Amor que Yo les doy es para conducirlos al encuentro con Dios. Hijos míos, Dios como Padre Misericordioso los está esperando. ¡Abracen su Misericordia! ¡Abracen el Amor! ¡Abracen el perdón, que el Padre quiere darles a través de mi Corazón. Hijitos, no ignoren a vuestra Madre, una forma eficaz de consolar mi Doloroso Corazón es viviendo mis Llamados. Y siendo dóciles a mis Llamados, Yo, vuestra Madre, podré realizar los Planes de Dios para con ustedes. Pero es importante, queridos hijos, que con amor me escuchen, porque el amor los conducirá a la obediencia.
Oren, oren, oren hasta que puedan comprender mis Llamados. Desde este Refugio de nuestros Sagrados Corazones, los bendigo: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.