Mis Llamados son mis manos llevándolos a ustedes por el camino de la santidad.
Queridos hijos:
Yo los exhorto a abrir sus corazones a mi amor de Madre.
Hijitos, deseo conducirlos a Jesús, llenar sus corazones del amor de Dios para que tengan paz y esperanza y verdadera confianza en nuestros dos Sagrados Corazones.
Hijos míos, Dios Padre, a través del Apostolado, reavivará la devoción de los primeros sábados de cada mes. Renovando esta devoción de modo perpetuo.
El primer sábado de cada mes, mi Corazón se desborda en gracia y misericordia.
El primer sábado de cada mes bajo a mi Jardín y Santuario de nuestros Sagrados Corazones para encontrarme con todos ustedes y para orar e implorar que la humanidad conozca al amor infinito de Dios.
Vivan mis Llamados, queridos hijos.
Mis Llamados son mis manos llevándolos a ustedes por el camino de la santidad (Isaías 35, 8) *.
Con mi Doloroso e Inmaculado Corazón los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.