Mi pequeño Jesús-María:
Deseo hablarte en este Llamado del Don del tercer Fiat.
El primer Fiat es el que pronuncié en el momento de la creación, es el Fiat Creador.
El segundo Fiat lo pronunció el Corazón Doloroso e Inmaculado de María en el gran misterio de la Encarnación de Dios-Hijo, por medio del Espíritu Divino, en su vientre purísimo. Y ese segundo Fiat es el Fiat de la Redención. Cuando Dios-Hijo se hizo además de verdadero Dios, verdadero hombre, para salvar a todas las almas.
Como fruto de este segundo Fiat nació la Alianza de los Dos Corazones, unidos por el Espíritu Santo. Alianza ya profetizada por Mí como el remedio al pecado original.
El tercer Fiat es el Fiat de la Santificación, Don del Espíritu Santo, por medio de María, transformará los corazones en copias vivas del Corazón de la Inmaculada. Y, cuando la Inmaculada con el Espíritu Santo reinen en las almas se harán verdaderamente otros cristos.
Este tercer Fiat es la gracia que se concede al alma en la Séptima Morada. Y, el Apostolado como Obra Magna de los Dos Corazones recibe estas gracias como primicia, pero también como cumplimiento del gran Reinado Eucarístico.
La Encarnación mística de los Dos corazones en tu pequeño corazón y el sello del Fiat en tu corazón son frutos de este tercer Fiat santificador, tercer Fiat, que es el Don de la Séptima Morada.
Con la Obra de los Dos Corazones estoy llamando urgentemente a la humanidad a la Séptima Morada para que reciban el Don del tercer Fiat.
Esta es la Obra de los Últimos Tiempos. Esta es la Obra del Tercer Fiat. Esta Obra ha venido a facilitar el camino para que todos mis hijos acudan a esta Séptima y Perfecta Morada.
Mi pequeño Jesús-María con tus ofrecimientos dame almas porque Yo quiero que todas se salven.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.