Amado hijito de mi Sagrado Corazón, cuando el Espíritu Santo y mi amada Mamá intercedieron para que el Padre de Misericordia se fijara en tu miseria y te llamara por tu nombre, para que tu misión fuera anunciar el Reino glorioso de Nuestros Dos Sagrados Corazones y las glorias de mi padre san José; también, te tomé como la oblación mas pequeña, pero por ser la más pequeña, más querida por mi Corazón, como un alma ofreciente por la santidad de todos mis sacerdotes, dentro de este misterio del sacerdocio está el santo padre, los obispos y todos los presbíteros.
Eres un alma victima, pero en el amor, para que todos mis sacerdotes sean santos apóstoles de mi Sagrado Corazón Eucarístico; pues, también, el Apostolado es un ejercito de sacerdotes eucarísticos y marianos, apóstoles de mi Corazón, en estos Últimos Tiempos.
Ofrece todas tus pequeñas crucifixiones por amor a la santidad de todos mis sacerdotes.
Bendigo a todos mis sacerdotes para que sean anunciadores de mi gran reinado eucarístico.
Lean y oren, junto a mi Llamado de Amor y de Conversión, el Capitulo 12 en el libro del Génesis.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.