Alabado sea el Sagrado Corazón Eucarístico de mi Divino Hijo Jesús.
Queridos hijos:
El remedio que Dios Padre Tierno y Misericordioso dio al pecado original es la Alianza de los Dos Corazones: el Verbo que era Dios nacería como hombre de la Virgen.
Dios hijo entregó su Fiat al Padre, y Yo, en la Anunciación, uní mi Fiat al del Hijo, y nuestro Fiat se hizo uno. Nuestros Dos Corazones se hicieron uno, en un Fiat reparador.
Hijos míos, el Apostolado es ser parte de esta Alianza y de este Fiat. Por eso es la Obra de los Últimos Tiempos.
Les doy mi Bendición Maternal, con mi Doloroso e Inmaculado Corazón.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María purísima sin pecado concebida.