Queridos hijos, cada Primer Sábado de mes, además de dar mis Llamados de Amor y de Conversión, oro en este santo lugar, para que toda la humanidad abra su corazón y reciba el Amor de Dios.
Hijos míos, ustedes que son mis apóstoles, cada Primer Viernes de mes y cada Primer Sábado de mes, deben orar por esta intención: que el mundo entero conozca y reciba el Amor de Dios, porque la salvación del mundo está en el Corazón de Jesús, que es el Amor mismo. Si la humanidad con amor, recibe el Evangelio y escucha nuestros últimos llamados, podrá conseguir la paz.
Hijos míos, es Divino Querer que la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María sea erigida en todo el mundo y también colocada en los hogares. Esta Cruz es el trono de nuestros Sagrados Corazones. Lo importante son los signos de la Cruz celeste y blanca con la Eucaristía, el Sagrado Corazón de mi Hijo y mi Doloroso e Inmaculado Corazón dentro de su Corazón, totalmente unida a su Corazón Eucarístico. No son necesarias medidas lo importante es levantarla en el mundo.
Hijos míos, acudan a los Cenáculos de Oración con alegría y con amor en el corazón porque van a encontrarse con mi Hijo Jesús y conmigo, Madre de todos. El amor y la alegría son frutos que brotan de la entrega de ustedes a nuestros Sagrados Corazones.
Con Amor Maternal bendigo al mundo entero desde este Jardín de nuestros Dos Corazones.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.