Amado hijito, mi pequeña nada:
Mi Sagrado Corazón Eucarístico te llamó por tu nombre para una misión: ser heraldo del Reino de nuestros Sagrados Corazones Unidos. Por eso, como el más pequeño y el último de los profetas, te envío al mundo para que les des a conocer los Últimos Llamados de Amor y de Conversión.
A través de ti, quiero dar a conocer la Alianza de mi Sagrado Corazón con el Doloroso e Inmaculado Corazón de mi Mamá Santa.
Esta Alianza es la Unión que, por Voluntad del Padre, mi Mama Celestial y Yo tuvimos en la tierra, y tenemos ahora y por siempre en el Cielo (Mateo 1, 18)1.
Sólo a través de los Llamados de Amor y de Conversión, que son una revelación privada, pero al servicio de la revelación pública que es mi Evangelio, podrán comprender lo que es la Obra Magna de nuestros Sagrados Corazones Unidos. Y solo la oración y la meditación de los Últimos Llamados de Amor y de Conversión, a la Luz de la Sagrada Escritura, podrán abrir el corazón para vivir la Alianza con nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Yo, el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.