SE CUMPLE UNA PROFECÍA BÍBLICA
Amados hijos, David, el pequeño pastor, con su cayado con cinco piedras lisas con una onda y su fe, se enfrentó a Goliat.
David, el pastor pobre de espíritu, tomó las armas físicas y espirituales para vencer al enemigo.
Las cinco piedras lisas, tomadas de un arroyo, representa cinco rocas perfectas y el arroyo representa al Espíritu Divino.
Ha llegado el momento, hijos, que mi Providencia revela la verdadera premonición de las cinco piedras de David, tomadas de dentro del agua.
El agua del arroyo representa el don del Espíritu Santo y las cinco piedras lisas o perfectas representan a Dios Padre, a Dios Hijo, a Dios Espíritu Santo, es decir, la Trinidad Santísima. La cuarta y quinta piedra es el Corazón Doloroso e Inmaculado de María y el Casto y Amante Corazón de San José.
A la Santísima Trinidad y a los Tres Sagrados Corazones representan, prefiguran, profetizaban y preanunciaban las cinco rocas lisas de David.
Estas cinco piedras de salvación son ahora dadas, entregadas, por el Espíritu Santo al mundo entero y a la Iglesia Universal: el amor Trinitario y la Alianza de la Sagrada Familia. Y el Apostolado es la onda con la cual, mis hijos, con estas cinco piedras perfectas, vencerán al enemigo.
Al orar la Dulce Cadena del Amor Divino están haciendo vida este pasaje de la Escritura, Toman la onda, las cinco piedras, y lanzadas con la oración y la fe, vencen a los enemigos del alma y de la santidad.
Por eso, oren diariamente la Dulce Cadena del Amor Divino, porque al orar esta Devoción está naciendo vida… esta enseñanza de la Sagrada Escritura… y se cumplen los designios de mi Providencia, porque ahora, y, porque hoy, Yo, Dios Padre Tierno y Misericordioso, revelo el verdadero significado de las cinco piedras de David.
Cuando oran la Dulce Cadena del Amor Divino imitan el ejemplo del pequeño pastor de Israel, toman la honda –que es el sacramental–, las cinco piedras, –el Padre, el Hijo y el Espíritu, María Inmaculada y el Castísimo San José– y, a través de la oración y el amor, lanzan estas cinco poderosas piedras con las cuales el reinado de satanás, del pecado y del anticristo son y serán vencidos.
Esta Dulce Cadena dará el triunfo a la Iglesia, el triunfo a los Tres Sagrados Corazones, el triunfo de la paz, porque el mundo solo será transformado a través del Amor Divino.
La paz solo es fruto del Divino Amor reinando en los corazones.
Como el Sagrado Corazón Eucarístico de mi amado Hijo Jesús y el Corazón Doloroso Inmaculado de María les han indicado –que oren esta Dulce Cadena del Amor–, Yo, su Padre, ratifico este pedido; y, además, el Cielo se llena de Solemnidad, porque en los planes de mi Providencia estaba que el mundo conocería la profecía escondida en las cinco piedras de David. Y, hoy, ese tesoro escondido ha sido revelado a todos mis hijos de todos los tiempos.
Y esas cinco piedras son la Santísima Trinidad, el Corazón Doloroso e Inmaculado de María y el Casto y Amante Corazón de San José.
Hoy, al mundo, entrego estas cinco piedras para que venzan al enemigo y el Amor Divino comience a reinar.
Los amo.
Dios Padre Tierno y Misericordioso los bendice.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.