El mismo llamado de Fátima.
Les invito a la oración, al sacrificio y a la penitencia. Es el mismo llamado que hice en Fátima invitando a la conversión, a un cambio de corazón delante de mi Hijo Jesús.
Queridos hijos, oren, oren, oren para que se puedan convertir y con la oración del corazón conozcan más a Dios.
Mi Corazón Doloroso e Inmaculado derrama gracias sobre ustedes, sobre este pequeño Ejército, y sobre todos aquellos que son mis hijos.
Queridos hijos, les invito a la Consagración a mi Corazón Doloroso e Inmaculado para que lleven mi triunfo. El triunfo de mi Inmaculado Corazón consiste en la conversión del hombre a Dios.
Cuando el hombre se convierta habrá paz, pero necesito sinceridad y compromiso de todos ustedes, para que mis obras, mis intenciones, se lleven a cabo tal y como el Padre me las ha confiado.
Yo les amo y les bendigo. Bendigo estos objetos religiosos que traen ustedes.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.