Queridos hijos:
Alaben y adoren conmigo al Divino Corazón de mi Hijo Jesús.
Mis amados hijos:
Deben comprender que están viviendo la Era de la Mujer Vestida del Sol. Mi Corazón Doloroso e Inmaculado ha sido enviado por el Padre Misericordioso a preparar a la Esposa de mi Hijo, la Iglesia, para el Reinado Eucarístico de su Corazón y las Bodas del Cordero.
Por eso, hijos, los Dos Testigos de los deseos del Padre son Nuestros Dos Corazones Unidos: Jesús es la Ley, el Evangelio y el sacerdocio; y, Yo, su Madre, soy la Reina de los Profetas de los Apóstoles de los Últimos Tiempos.
Los nombres de Moisés y Elías prefiguran a la Iglesia y mi Apostolado.
Queridos hijos, por la misericordia de Dios, todos han sido llamados a ser Apóstoles, enviados de Nuestros Dos Corazones.
Les doy mi Bendición Maternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.