Santa María de las Victorias, El Crucero, Managua, Nicaragua.
Yo soy Santa María de las Victorias, Reina vencedora del feroz dragón[1]. Yo, la Mujer que aplasta la cabeza de la serpiente[2]. Yo, que vengo a esta patria como Madre Reconciliadora de pueblos y gentes. Trayendo amor, paz y unidad a esta patria.
Queridos hijos, hoy los convoco a escuchar el Llamado de mi Hijo y anunciarlo a los demás hermanos. Quiero, mis pequeños hijos, suscitar apóstoles, guerreros de la Verdad, guardianes de la Fe, hijos de Nuestros Dos Corazones Unidos que triunfarán y vencerán.
Nicaragua debes cambiar y volver al Corazón de Dios. Cuando todos los hijos de esta patria se congreguen en la persona de mi Hijo Jesucristo, encontrarán la paz[3]. Paz duradera, paz verdadera, paz del corazón. Sólo mi Hijo puede darles verdadera Paz.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
[1] Apocalipsis 12, 14
[2] Génesis 3, 15
[3] Isaías 9, 6