14 de junio del 2025 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

14 de junio del 2025 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

Paz y alegría de parte de Nuestros Sagrados Corazones. 

Hijos muy amados, este Llamado de Amor es para que sepan que el Cielo está agradecido, complacido y feliz por la misión de la Peregrinación al Jubileo de la Esperanza. Si así lo desean, pueden compartir alguna parte de este Llamado al Apostolado. 

Han obedecido y han cumplido las intenciones de nuestros Sagrados Corazones Unidos: llevar la Obra Magna de Nuestros Corazones al corazón de la Iglesia. Y no sólo el Santo Padre los bendijo, sino que también ustedes bendijeron al Santo Padre. Y en los planes de la Providencia Divina lo hicieron al inicio del pontificado del Santo Padre León, lo que quiere decir que, como Samuel, el profeta, llegó a ungir a David, el rey; lo mismo hicieron ustedes. Llegaron como vasijas de aceite, a través de las cuales Nuestros Sagrados Corazones derramaron el aceite de la unción sobre el Papa. 

Así de importante ha sido la misión que han realizado. Así de importante fue el pedido de nuestras intenciones. 

Siempre nosotros en el Cielo esperamos que, en la tierra, primero obedezcan con amor y con alegría nuestras intenciones para después explicarles por qué lo han hecho y la importancia de lo que han hecho. 

El Apostolado ha llegado a Pedro y ha dado a Pedro las Cinco Piedras, para que, con estas Cinco Piedras, Pedro y la Iglesia, y ustedes, como la honda, como el arma, venzan con las Cinco Piedras del Amor Divino a satanás y todos sus planes.

Mi Obra Magna, el Apostolado, en esta peregrinación ha ungido, ha unido, ha enlistado, ha preparado, ha consagrado y ha revestido de la armadura. de los Últimos Tiempos al Papa y a la Iglesia. Y han entronizado en los santuarios Nuestros Dos Corazones que, como Faro de Luz, de Amor y como pararrayos de la gracia, extenderán desde el corazón de la Iglesia el Triunfo y el Reinado de Nuestros Dos Corazones. 

Hemos esperado que cumplieran esta misión en el Cielo para anunciarles que daremos inicio a un avivamiento, una Cruzada del Nuevo Pentecostés Eucarístico y Mariano. Reviviremos el Apostolado, la Iglesia y al mundo a través de este avivamiento que será llamado: Cruzada del Nuevo Pentecostés Eucarístico y Mariano y que será un avivamiento a través de mi Corazón Doloroso e Inmaculado con el poder del Espíritu Santo para la glorificación de la Trinidad y de la Eucaristía.  

Les diré las pautas. Les diré cómo hacerlo. Les diré todo lo que deben hacer pues esta Cruzada de este avivamiento inicia hoy, Domingo de la Trinidad. Y no tiene fecha de caducidad; pues levantaré al Apostolado como lo he profetizado, como la fuerza de salvación para la Iglesia y para el mundo. 

Así pues, deseo que, hoy, domingo de la Santísima Trinidad anuncien a

todo el Apostolado que están llamados y que inauguran, en esta Solemnidad, la Cruzada del Nuevo Pentecostés Eucarístico y Mariano. Y que lo inauguren todos viviendo la Santa Misa. 

Yo sé que recién han peregrinado, así que el Cielo no les pide una Misa central transmitida al Apostolado. Pero sí les pide que todos los que puedan —si aún no han regresado a casa, el Cielo lo comprende—, que los demás apóstoles vivan la Misa de la Trinidad Santísima y coloquen el Icono de la Santísima Trinidad en sus hogares, Cenáculos, Templos, en todas partes, junto a los Estandartes, y celebren el domingo de la Santísima Trinidad y la apertura de la Cruzada del nuevo Pentecostés Eucarístico y Mariano. 

Les amo y les bendigo con mi Doloroso e Inmaculado Corazón. 

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Ave María Purísima, sin pecado original concebida.

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