Adorado y alabado sea el Santísimo Corazón de Jesús.
Amados hijos míos, los exhorto que realicen acciones de gracias por mi presencia entre ustedes. La Santísima Trinidad es quien me ha enviado y ha permitido que este tiempo sea conducido por mi Corazón.
Amados hijos, celebrar mi Doloroso e Inmaculado Corazón es celebrar la aparición de la gran señal. Es conmemorar la gran señal, la Mujer Vestida de Sol.
Este es mi tiempo y llamo, con gritos de parto, a todos mis hijos para que abran sus corazones al amor de Jesús, al Evangelio y a la Iglesia. Y, solo si el mundo escucha estos Últimos Llamados de Amor y de Conversión tendrá paz.
Querido hijito, he consagrado mi Jardín con sangre de mi Corazón, hoy renuevo esta consagración. La Corredentora en el Hijo ha derramado también su sangre por la salvación de todas las almas.
Los bendigo con la alianza de nuestros Sagrados Corazones.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.