15 de octubre del 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

15 de octubre del 2015 – LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA

No han escuchado a vuestra Madre.

Querido hijo, la Iglesia se encuentra ahora en una terrible crisis; una crisis de fe que está transformándose en guerra, en un Pueblo dividido. 

El Pueblo pelea contra él mismo, causando una gran herida de división y de desolación. 

Yo, como Madre de la Iglesia, he querido advertir a los consagrados y a todos mis hijos lo que sucedería si no obedecían lo que mi Hijo Jesucristo les pide. Pero, ahora, después de que la oscuridad de mi adversario ha entrado en muchos corazones, robando la fe y dando un letargo profundo, cayendo estos pobres corazones en una oscuridad y confusión que llevan muchas almas detrás, y así muchos se pierden y se extravían del verdadero Camino. 

Como Madre del verdadero Camino, Jesucristo, y con la Palabra del Espíritu Santo he amonestado, he insistido con mis manifestaciones, que estarán llegando a las garras del adversario, pero no han escuchado, no han escuchado lo que el Señor le quiere transmitir a su Iglesia universal, racionalizándolo todo, tratando de comprender a Dios, no han querido dejarse guiar por las Buenas Nuevas y Santas Noticias de Dios. 

Entonces hijito, vengo buscando una ayuda para mi pobre Iglesia. Mientras Satanás y sus secuaces quieren dividir la Iglesia, como Madre de la Iglesia vengo a protegerla, porque el Infierno nunca podrá vencerla. 

Mi Ejército Mariano que me ha escuchado la defenderá; deberá unirla y reunirla nuevamente en un solemne Cenáculo de Amor. 

Cuando mis hijos estén reunidos conmigo, mi Ejército Mariano mantendrá viva la fe, será entonces un resto fiel que sufrirá por causa de la Iglesia, por causa de mi Hijo, pero que unirá. Y con estas almas tan ofrecidas en el sufrimiento y con amor, que se convierten en hostias vivas de oblación, vendrá el Triunfo de mi Corazón Doloroso e Inmaculado y así se extenderá en el mundo el Reino Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús. 

La Iglesia, que será dentro de un tiempo el resto fiel consagrado a nuestros Sagrados Corazones Unidos, debe ser crucificada para ser glorificada y resucitada, pero vuestra buena Madre, la Inmaculada, os cuidará. 

Ora, ora, ora, para que los planes del Señor se realicen según su Divina Voluntad.

Te amo y te bendigo.

En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave María Purísima, sin pecado original concebida. 

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